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Wanda Von Dunajew: Toda una Dómina que me humilló completamente como sumiso

La minipolla de un sumiso

Me gusta que mis sumisos relaten mis encuentros con ellos. Me encanta humillarlos y burlarme de ellos y de su falta de hombría. A la vez me excita follarles su culo de mariquitas. Ellos, (en su interior, ellas) saben bien lo que necesitan. Y yo también. Y se lo doy: azotes, humillación y el pollazo que ellos jamás podrán darme a mí. Como además de maricas son putas arrastradas y exhibicionistas, les gusta recordar su propia humillación. El mundo está lleno de contradicciones… Y a mí me encanta. Hoy os presento el relato de este puto sumiso, con todo el cariño, por supuesto.

Me gusta que los sumisos sepan cuál es su sitio: el camino de la esclavitud

La infancia de un sumiso

Desde que nací siempre me he sentido atraído hacia las mujeres, pero al contrario que muchos hombres, desde un punto de vista sumiso, ser dominado por ellas.

Las mujeres siempre me han parecido seres maravillosos ante las que siempre me he sentido inferior.

Cuando eres niño no te das cuenta, pero cuando comparaba el tamaño de mi pene con otros niños en la playa o ya de adolescente en las duchas del equipo de fútbol, había bastante diferencia.

Mi adolescencia como sumiso

Yo solía ducharme con calzoncillos para que no se dieran cuenta que la tenía realmente pequeña.

Y cuando empiezas a conocer a alguna chica y llega a ver tu tamaño, como era previsible, había bastantes risas.

Pero para sorpresa de muchos, no era algo que me incomodara o molestase, al contrario me gustaba el hecho de sentirme humillado por una mujer.

Descubí la dominación femenina en Internet

Con el pasar de los años y haciéndome adulto y gracias a Internet, fui descubriendo el mundo de la dominación femenina (Femdom), y que yo cumplía todo lo que es considerado un sumiso.

Mi sexualidad como sumiso

A todos estas, en todo ese tiempo apenas había crecido mi tamaño y era inferior al meñique de cualquier persona. Tampoco empalmaba y menos aún eyaculaba. Y para nada me sentía infeliz, me sentía bien en como era.

Descubrí además que el punto más erógeno del hombre está en la próstata, un lugar que muchos hombres podrían considerar de gay o “mariquita” pero no tiene nada que ver.

La estimulación anal

Así con el tiempo y poco a poco, fui introduciendo desde 1,2,3.. dedos con lubricante en mi ano, y cuando estuve preparado ya utilizaba consoladores. Por supuesto imaginaba como era penetrado por una mujer maravillosa, a la que obviamente no podría dar placer con mi insignificante cosa.

Y satisfactoriamente, a través de la estimulación anal, llegué a tener orgasmos y tener ciertas eyaculaciones, aunque la mayoría de hombres dirían que son 4 gotas.

Conociendo a Wanda Von Dunajew

Algunos años más tarde y con algo de experiencia en femdom, conozco a la señora Wanda Von Dunajew.

Desde el momento en que la contacto y oigo su voz, siento una clase, una finura, un saber estar, impresionante, además de transmitir una enorme dominación hacia alguien sumiso como yo.

Con gran facilidad logra ver el tipo de sumiso que soy, lo que me gusta, lo que me atrae,.. y quedamos en un restaurante.

Cuando la veo llegar me quedé alucinado, una mujer muy atractiva y vestida sensualmente con un buen gusto exquisito.

Empezamos a charlar y era evidente que tiene una cultura extensa, es muy refinada y una mente brillante.

Se nota mucho el cariño que tiene a los sumisos como yo, además que sabe disfrutar muy bien de sus amantes machos pollones, todo lo contrario a lo que soy yo que evidentemente soy virgen.

Wanda Von Dunajew me humilló completamente

Tras una agradable charla, pasamos a su piso, también bien bonito y arreglado, y empezamos la sesión.

Al desnudarme, como era muy previsible, se descojonó en toda mi cara de mi ridícula polla, son unos 4 cms, la cual podría hacer desaparecer fácilmente con cualquiera de sus dedos.

Me estuvo humillando en todo momento por mi patético tamaño y me puso a 4 patas, no sin antes escupirme en la cara repetidamente como el patético sumiso que soy.

Wanda me sodomizó a su antojo

Me dio varias nalgadas cual niño pequeño y me empezó a dilatar el culo. Para a continuación meterme su buen pollón decasi 20 cms, ante la que mi polla apenas llegaba a su cabeza si la comparamos.

Me penetra repetidas veces, a buen ritmo, haciéndome sentir su puta, como lo que soy, y recordándome la gran diferencia con los pollones a los que ella acostumbra a ver (realmente son enormes, aparece en varios artículos de este blog)

La eyaculación de mi minipolla

Después de un rato, mi mini polla, sin haberme tocado si quiera, está ya echando gotitas, lo máximo que puede dar, lo cual es maravilloso.

Para concluir, me hace sentar en el baño y me rocía con ese néctar de lluvia dorada en la cara, la cual me siento afortunado de recibir.

Una experiencia maravillosa

Ha sido una experiencia maravillosa, con una mujer excepcional, culta, bella, atractiva, agradable y un conocimiento de los sumisos fuera de lo común. Una diosa a la cual espero poder volver a ver para hacerme sentir nuevamente su puta y me recuerde lo ridícula que es mi polla de 4 cms.