Me gusta que mis sumisos relaten mis encuentros con ellos. Me encanta humillarlos y burlarme de ellos y de su falta de hombría. A la vez me excita follarles su culo de mariquitas. Ellos, (en su interior, ellas) saben bien lo que necesitan. Y yo también. Y se lo doy: azotes, humillación y el pollazo …
